En el marco de la emergencia por la sequía, el Gobierno bonaerense decidió dejar exentos del pago del impuesto inmobiliario a los productores rurales más perjudicados por este fenómeno climático, cuyas consecuencias aún perduran.
A través de un decreto publicado este viernes en el suplemento del Boletín Oficial, el gobernador Axel Kicillof otorgó “la exención del Impuesto Inmobiliario a productores rurales de diversos partidos alcanzados por la figura de Desastre Agropecuario”.
La medida, alcanza a aquellos que “desarrollen como actividad principal la explotación agropecuaria y en proporción al porcentaje de la afectación” de General Alvarado, Lobería, General Villegas, Florentino Ameghino, Carlos Tejedor y General Villegas.
Asimismo, incluye a Pellegrini, Salliqueló, Tres Lomas y Trenque Lauquen.
Desde CONINAGRO, en tanto, advirtieron que el 57% de las economías regionales relevadas por la entidad están en crisis o con signos de crisis.
“La sequía aún afecta los volúmenes de producción en varias economías regionales y que la demanda interna es baja. Los costos cambiaron su tendencia y se estancaron”, expresaron, al mismo tiempo que señalaron que la exportación tiene precios bajos en pesos” y que se registra una “alta volatilidad de precios internos”.
En esta línea, desde el organismo apuntaron que “los impactos de la sequía pueden ser de manera multifactorial. Primero se vio y todavía se está viendo una oferta muy grande de animales, tanto sea gordo hasta invernada, lo que hace que los precios lateralicen o tiendan a bajar”.
“Probablemente también existe un excedente muy grande de vacas, y lo que puede suceder en el mediano o largo plazo algún tipo de recorte en la cantidad de destete porque el servicio de este año no va a ser lo mismo que el de años anteriores donde las precipitaciones y el clima más o menos ha acompañado en este año, pero tuvimos hacia finales de servicio días muy cálidos y los calores de marzo y la falta de precipitaciones han afectado mucho, lo que nos lleva probablemente a una parición no tan buena para este año, lo que va a repercutir de aquí al año que viene o al otro”, añadieron.
“La ganadería es dinámica en el tiempo. El problema que tenemos hoy lo vamos a ver dentro de dos o tres años”, finalizaron.