A los tres vecinos de Carlos Casares que pintaron con aerosol una roca en el contorno natural del Dique Los Potrerillos, en Mendoza, al final les salió módica la sanción por infringir la legislación que impide vandalizar esos lugares turísticos.
Pese a que se exponían a una multa que podía alcanzar los 21 millones de pesos, se les impuso en conjunto, de acuerdo a lo que informan medios de la provincia, una penalidad infinitamente menor de 2.100.000 pesos, más una tarea comunitaria que consistirá en trabajos de limpieza en lugares públicos, de 20 horas cada uno, en su ciudad de Carlos Casares. Del cumplimiento de esta última deberá informar la Municipalidad de dicho distrito a la justicia mendocina.
Otra particularidad es que la multa ya abonada es menor al costo de los trabajos de limpieza para borrar los grafitis, que estuvo a cargo del Estado mendocino, los que insumieron un importe ligeramente superior al castigo aplicado a los casarenses, ya que redondeó un gasto de 2.300.000 pesos.
Los argumentos que tuvo en cuenta la jueza, a fin de determinar la exigua sanción, responden a la estimación que hizo la magistrada respecto del contexto socioeconómico de los implicados en el hecho, además de considerar como atenuante los reiterados pedidos de disculpas. No obstante, se advierte que queda abierta la posibilidad de que se les inicie una demanda por el daño y el costo de su reparación dentro del fuero civil.