Desde el punto de vista agronómico, la campaña 2024/25 fluye con absoluta normalidad. Con los regímenes de lluvia actuales, quedaron a un lado los temores que había sobre la previsión de un año marcadamente Niña, con menores lluvias a las habituales.
Con las lluvias de octubre y las de los primeros días de noviembre la siembra de soja cobró impulso y alcanzó un progreso intersemanal de casi 5 puntos porcentuales. Hasta el momento, se sembró el 7,9 % de la nueva proyección de área, y como consecuencia de las mejoras en la condición hídrica se incorporaron nuevas hectáreas en el centro del área agrícola y se observan buenas emergencias de los primeros lotes.
Sin embargo, gracias a las buenas perspectivas que hay en maíz tardío, en sorgo y en girasol, la proyección de área de soja 2024/25 se redujo levemente: ya no serán 19 millones de hectáreas sino que la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA) estima que tendremos 18,6 MHa. Ocurre que -mas allá de lo que pueda acontecer en dichos cultivos- en el caso de la oleaginosa comenzaron a verse algunos problemas en la emergencia a pesar de usar curasemillas.