¿QUIÉN ES FRANCISCO RECOULAT?, EL JOVEN JEFE DEL BLOQUE DE JUNTOS POR EL CAMBIO EN EL HCD

Tiene 29 años y fue elegido por unanimidad, sin discusiones. Fue clave en la última campaña electoral. Lo describen como solidario, exigente, responsable y firme de convicciones. Sus vínculos políticos y su historia de vida

En plena “rosca” por las definiciones en el HCD, y cuando aún no estaba nada “cocinado”, Miguel Fernández reunió a su tropa del Concejo Deliberante en la oficina de un distinguido contador y esgrimió una serie de argumentos para respaldar a Alberto Rodríguez Mera como presidente del Cuerpo. Con eso establecido sin objeciones, el cónclave continuó y MF tiró: “el jefe de bloque lo eligen ustedes…”, cuando iba a continuar explicando los motivos de por qué liberaba esa decisión, ARM lo interrumpió y adelantó el criterio general: “Francisco tiene que ser el jefe de bloque”. No pudo argumentar porque enseguida se metió Virginia Monzó que estaba al lado en la ronda: “si, tiene que ser Fran”. Luego Juan Borrazas y Matías Cardini y luego el resto dieron el aval sin sobresaltos… Ese fue el momento en que Francisco Recoulat fue ungido por unanimidad, y por aclamación, como el líder del equipo político de concejales del oficialismo. Ahí, sentado, no emitió palabra. Escuchó, los miró uno a uno, se sintió incómodo por recibir tanto elogio y luego agradeció. Era un escenario que había estudiado por las conversaciones mano a mano con alguno de sus compañeros de bancada pero se asombró por el gesto contundente de sus compañeros.

Es toda una novedad: nadie lo impone, nadie lo apadrina y no hubo intrigas ni disputas… Se ganó el lugar… Una buena noticia para la política…

Esa confianza depositada sin especulaciones se fue tejiendo en estos dos últimos años con los concejales “más viejos” y especialmente en los últimos dos meses con “los más nuevos” donde Recoulat coordinó operativamente al equipo de campaña y tuvo una opinión de peso en las decisiones políticas. En tándem con “Pepe” Font en el comité fueron verdaderos estrategas, logrando complemento y equilibrio. En esos agitados días sus pares lo vieron en acción, a pleno, haciendo lo que sabe hacer: política. Fue por eso que lo resolvieron de inmediato. Mientras algunos se quejaban y otros se dejaban ganar por el desaliento en la previa de la votación, Recoulat lideró y empujó… Fue una verdadera aplanadora. “Nos transmite confianza y tranquilidad”, dijo uno de los flamantes ediles de Juntos por el Cambio cuando dio su nombre para nominarlo como su jefe.

En esa época, con el celular estallado de mensajes, repetía: “yo trabajo”, y le metía. Con Pepe y la mesa chica del radicalismo supieron detectar las debilidades y las corrigieron. Y tuvieron la habilidad de robustecer las fortalezas. MF ganó la intendencia por casi 7 mil votos de diferencia. Y Recoulat fue parte determinante del engranaje de la victoria. El día del acto de cierre de campaña, cuando todos los candidatos encabezados por el intendente saludaban al salón colmado de Monumental, Andrea Cacciabue lo invitó a subirse al escenario porque sintió que “Fran” se merecía también el aplauso y el reconocimiento. Recoulat no subió. Era el momento de los candidatos y su empeño por alcanzar la victoria no pasaba por la exposición. Supo ocupar su lugar sin que le ganara el ego. Su satisfacción vendría con los resultados de las urnas.

Su cercanía y amistad con el diputado provincial electo Valentín Miranda y el lugar que le dio MF en este tiempo lo pusieron en el “eje” del poder. Y llegó la unción para ocupar un lugar en el que ya estuvieron otros dirigentes de peso como Juan Carlos Font antes de ser intendente.

Francisco Recoulat nació el 12 de noviembre de 1990. Tiene 29 años. Es hijo de Eduardo y Alejandra Vicente, Ale… una maestra de grado muy querida en el Instituto Miguel Di Gerónimo y que alguna vez supo ser su preceptora en el Secundario. “Fran”, como le dicen en la política; o “El Reca”, como le dicen los amigos, es el mayor de tres hermanos. Su hermana Julieta tiene 26 años, es contadora y vive en Trenque Lauquen. Y su hermano menor, Julián, hoy tendría 21 años, pero falleció sorpresivamente de muerte súbita en Córdoba el 21 de febrero del año pasado. Fue uno de los momentos más tristes y dolorosos para el joven concejal, a quien se lo conoce por la enorme capacidad de reponerse de las adversidades, sumadas a otras generosas virtudes.

“Fran” Recoulat trabaja como ingeniero agrónomo realizando asesoramiento en cultivos agrícolas en campos del distrito y la región. Tiene una vida sencilla, sin lujos, y marcada por la solidaridad con los otros. Ese valor se lo intenta transmitir a los jóvenes que recién hacen pie en la política chacarera dentro de la UCR y con su ejemplo han colaborado con decenas de familias e instituciones que han necesitado una ayuda urgente, sin mediatizarlo.

Así fue su vida. Conoce en profundidad el significado y sentido de las palabras solidaridad, amor, esfuerzo y sacrificio. Tiene un nivel de exigencia personal que roza la perfección de la responsabilidad. Es muy exigente. No toma decisiones sin meditar y es muy perseverante de sus objetivos. Y lo más importante: “es de corazón generoso y agradecido”, aseguran quienes lo han conocido.

A los 11 años ya se valía por sí mismo: hizo trabajos de tiempo parcial como jardinero, en una herrería, vendió publicidad para sus programas de radio, hizo apicultura y acompañó a Pedro Sayago en su equipo de competencias. Hasta llegó a colocar los ladrillos para la casa de su mamá, en lo que sus amigos a los 14 años tomaban como una diversión y él como un compromiso de vida.

Pasó por el Jardín N° 901 y completó los estudios primarios y secundarios en el Instituto Miguel Di Gerónimo donde se hizo inseparable de los mellizos Juan y Martín Borrazas, y luego de Valentín Miranda. Los que lo conocen de chico cuentan que siempre tenía un libro de historia argentina en la mano. Y que para estar actualizado pasaba horas en la Biblioteca Rivadavia y en la casa de sus abuelos donde leía los diarios: “hay que saber lo que pasa”, respondía cuando a los 14 años lo veían concentrado con la mirada clavada en las noticias.

En el deporte es hincha de Boca Juniors y de Chevrolet. Cómo jugador de fútbol, fue arquero en Barrio Alegre, el club donde se crió. Dicen con sorna y entre chistes que fue mejor representante que arquero porque a los 15 años consiguió de refuerzos a los “melli” Borrazas y a Lucas Ramos Mejía, que venían de Argentino. Y el Celeste fue otro equipo. La categoría 90 por primera vez se consagró campeona, con “Fran”… sentado en el banco de suplentes…

A la hora de ir a la Facultad se procuró una beca con la Fundación Retama para poder costear los gastos y cumplir con su objetivo de ser ingeniero agrónomo. Sin esa ayuda económica no hubiera podido estudiar afuera de Trenque Lauquen. Hizo honor al compromiso. Estuvo becado en Santa Rosa toda la carrera, obtuvo notas sobresalientes y llegó a ser abanderado de la Facultad que depende de la Universidad Nacional de La Pampa. En esa época también se sumó a una ONG de arbolado urbano donde los fines de semana plantaban árboles en la capital pampeana. Le era difícil volver a ver a la familia en Trenque Lauquen porque los pesos no alcanzaban todos los meses. Pero la plata nunca lo detuvo, así que viajaba “a dedo” para estar cerca de sus afectos los fines de semana que podía.

En Santa Rosa, también fue colaborador en un Hogar de Ancianos, a donde no faltó para los abuelos durante todo el tiempo que le llevó la carrera. Al despedirse para volver a Trenque Lauquen, las autoridades de la institución le regalaron una camisa: “es para tu primer trabajo”, le dijeron con cariño, sabiendo que lo iban a extrañar.

Además, incursionó en la política dentro de la Universidad. Formó una lista propia para el Centro de Estudiantes en Agronomía y ganó. La Agrupación Sembrando Estudiantil venció al oficialismo con casi el 70% de los votos. El grupo se mantuvo en el poder varios años y Recoulat luego se sumó al Consejo Directivo de la Facultad, sillón que sigue ocupando hasta la actualidad.

“Siempre fue andariego y no paraba”, confiesan los amigos y la familia. Aclaran para describirlo: “es estricto con la puntualidad y muy exigente consigo mismo y los demás”. Y confirman algo que se le nota al tratarlo: “no tolera la injusticia y la mentira”.

Cuando ya cursaba el cuarto año de la Facultad de Agronomía comenzó a vincularse con la política de Trenque Lauquen y a formarse como dirigente. La primera charla la tuvo con Valentín Miranda y Juan Borrazas, sus amigos entrañables. Ellos ya militaban en la Juventud Radical. Al otro día de la derrota distrital de 2011 le escribió a VM y le confesó que andaba con ganas de participar desde hacía un tiempo. A partir de ese momento se armó “el equipo de memoria”, con Recoulat, Miranda y los mellizos Borrazas. Se miran y se entienden. Han trazado una amistad basada en el respeto y la admiración mutua que les permite trabajar entre ellos sin celos ni ambiciones personales. Y construyen política con esa lógica, algo difícil de entender en otros ámbitos donde el “toma y daca” es moneda corriente.

Las primeras reuniones se hicieron en la casa de los abuelos de Recoulat, Armando y Esther, también radicales. Y poco a poco comenzaron con un reducido grupo de menos de 15 jóvenes a recorrer los pueblos bonaerenses en tren. “Por la Facultad y el trabajo después, el Reca no podía viajar mucho así que se abocó a Trenque Lauquen”, cuenta uno de los forjadores de la Juventud Radical en Lucha, su agrupación. En ese grupo también estaban Hernán Tojo, Federico Concepción y Juan Manuel Pérez, todos hijos de encumbrados dirigentes radicales locales.

Luego en 2015, Recoulat, ya consolidado como dirigente juvenil, empezó a trabajar con su grupo para que Miguel Fernández gobierne el distrito. Siempre orgánico. Y buscó la renovación del Comité impulsando fuertemente a la juventud. En 2016 fue electo presidente de la JR. Y en el verano de 2017, en una reunión de la Juventud en el comité radical, resolvieron intentar lograr un lugar para un joven en la lista de concejales. En aquellas negociaciones, el designado fue Recoulat. Su nombre en el primer borrador de la boleta había quedado en el noveno renglón. Pero al final se ubicó en el quinto. Igual era un objetivo difícil de alcanzar: “meter 5 concejales para que Francisco llegue al HCD”. Esa fue la consigna que repitió MF en cada entrevista y cada reunión. Y Recoulat llegó, se sentó en una banca, se rodeó de los mejores consejos, aprendió mucho de las formas y el fondo, se empapó de la burocracia interna, y dos años después fue elegido jefe de la bancada.

“Esta es su mejor etapa porque ahora lo podemos empezar a ver en su plenitud, como realmente es, con todas sus capacidades desarrolladas a pleno”, asegura quienes lo conocen desde sus inicios en el ruedo político chacarero.

Reservado, de palabras medidas, autoexigente hasta desfallecer, con una enorme vocación de servicio y una gran capacidad de “leer” escenarios y trazar estrategias, ahora “Fran” deberá sostener en el HCD a la gestión municipal con el bloque mayoritario pero sin la mayoría. Fiel a su estilo, se lo verá trabajando en grupo y respetando a todos.

Seguramente ahora no lo verán como el “pibe” de los inicios al que chicaneaban en los pasillos del Concejo como parte del ritual de bautismo. Y Recoulat, con 29 años, seguirá cargando las cajas de plástico con los expedientes, estudiará “finito” cada proyecto y, cuando apague la luz, seguirán pensando lo de siempre: “yo trabajo”, tal vez reflejado en las palabras que reza el cartel de ingreso a su casa familiar y que lo pintan de cuerpo y espíritu: “sea bienvenido a nuestra morada todo aquel que a su decir lo convierta en hechos y no en simples palabras”.