UNA VECINA VIAJÓ A LAS ISLAS PARA REAFIRMAR SU COMPROMISO MALVINERO Y DARÁ CHARLAS PARA CONCIENTIZAR SOBRE LA NECESIDAD DE RECUPERAR LA SOBERANÍA ARGENTINA

Hoy se conmemora el “Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas”. Hace 42 años, el 2 de abril de 1982 se produjo el desembarco y ocupación de las islas por parte de las tropas argentinas.

El conflicto duró 74 días y terminó con la rendición de nuestras fuerzas el 14 de junio, dejando un saldo de 649 argentinos, y 255 británicos muertos durante las hostilidades, aunque 323 perecieron en el hundimiento del crucero ARA General Belgrano, torpedeado por un submarino británico. En el buque argentino se alistaban tres soldados trenquelauquenses, que salvaron milagrosamente sus vidas, después de transcurrir en balsas una odisea en el mar hasta alcanzar tierra firme.

En enero de este año, Patricia Urizar, quien fuera la esposa del fallecido ex intendente Juan Carlos Font y que desarrollara en su vida, hoy jubilada, la tarea de docente rural, fileteadora aficionada, y que, en 2016, durante un breve período ejerciera el cargo de Directora de Cultura del municipio, llegó a las islas, junto a otros 11 argentinos, provenientes de distintas provincias, para reafirmar su compromiso con la causa malvinera.

En una charla con DataTrenque, lamenta, que, a más de cuatro décadas de aquel enfrentamiento, en general la sociedad aún no les ha rendido el auténtico y digno homenaje a sus héroes, ni valore debidamente el reconocimiento que debería tener la soberanía de nuestro país sobre ese archipiélago del Atlántico Sur, hoy ilegalmente en manos del Reino Unido.

Por eso ha emprendido una suerte de cruzada, a través de charlas en las escuelas, para concientizar de la importancia de apreciar ambas cuestiones, ya que, en la actualidad, salvo la celebración del día en los establecimientos, no integra los contenidos educativos.

LA LEY THIAGO
Aboga para que todas las provincias adhieran a la denominada “Ley Thiago”, aprobada por la legislatura de Chubut, luego, de que un chico de ese nombre, debatiera con una maestra sobre la argentinidad de las islas. Dicha norma establece la obligatoriedad de que la imagen de las Islas Malvinas resalte en guardapolvos y uniformes de alumnos y docentes dentro del territorio provincial. ”Esto se tiene que expandir como un contenido imprescindible”, afirma Patricia.

Refiere que siendo docente de la Escuela 19, ubicada en el paraje La Zanja, denominada precisamente “Islas Malvinas”, se despertó en ella la necesidad de difundir esta gesta, y comenzó un intercambio con distintos Centros que agrupan a veteranos, donde fue consolidando su idea. Por ello, entendía que la visita a las islas se tornaba esencial.

Y ese día llegó este último 13 de enero, cuando desde Río Gallegos, abordó el único medio aéreo existente a ese destino, un avión de la empresa chilena LATAM, y durante una semana recorrió los diversos lugares históricos que recuerdan la conflagración.

“El isleño es muy hostil, no quiere al argentino. La comunicación más armónica se rompió en el ‘82; en cambio, sienten predilección por los chilenos, por la ayuda que les brindaron en la guerra”. Y agrega: “Por eso debíamos manejarnos muy cautelosamente”. Continúa: “Teníamos un alojamiento en las afueras de Puerto Argentino, y un transporte nos llevaba y traía de cada uno de los lugares previstos para visitar”.

SUS EMOCIONES 
Relata que “a cada paso nos encontrábamos con trincheras, cuevas, armamento, cañones, helicópteros derribados, todos oxidados, pero quedaron allí, lo único que se hizo fue retirar las minas, que son explosivos enterrados disimuladamente y que detonan al pisarlas; de otro modo hubiera sido imposible el recorrido”.

Puntualiza en su emoción al visitar el cementerio de Darwin, donde están sepultados los soldados argentinos “fue una experiencia muy fuerte; el lugar sufrió distintas transformaciones hasta llegar a hoy en el que se logró el reconocimiento de la gran mayoría de los caídos en combate”.

Sin embargo, para Patricia el mayor impacto lo sufrió al ascender al Monte Longdon “que fue el anteúltimo combate y a la vez el más cruento y sangriento, duró 12 horas. Para llegar a la cima caminamos varias horas en un terreno fangoso, difícil entre la turba y las piedras”.

En ese lugar registra con sus acompañantes algo inusual: “Vimos un vehículo, del que se baja un hombre que vino a nuestro encuentro, y nos dice, yo fui soldado inglés en ese entonces y no había vuelto aquí hasta ahora, pero les quiero destacar el valor de los soldados argentinos y mi admiración por ellos”.

LÁGRIMAS
Prosigue: ”Nuestro guía sacó de su mochila un rosario y se lo entrega en señal de paz entre ambos países. Lo tomó en sus manos y confesó que cuando el combate terminó, muchos de nuestros soldados muertos tenían apretujados entre sus manos rosarios como el que recibía. Las lágrimas nos nublaron la vista a todos, Fue un encuentro milagroso, saludó a cada uno y se fue”.

Lamenta la suspensión del desfile que se había planificado, con una misa final en la explanada del Congreso. “La iba oficiar el padre Vicente Martínez Torres, que estuvo los 74 días en Malvinas, para atender en la fe a miles de soldados”.

Finalmente, Patricia manifiesta su creencia de que las Malvinas volverán a ser argentinas “porque nos asisten tanto razones geográficas como históricas, y confío en la solución por la vía diplomática para que, a través de ella, los ingleses reconozcan definitivamente nuestra soberanía”.

Recordemos que la Constitución Argentina sancionada en1994, ratifica la legítima e imprescriptible soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional. Señala, además, que su recuperación constituye un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino.