La Justicia de Trenque Lauquen tiene en su poder desde las últimas horas uno de los tres elementos faltantes de la escena del femicidio de Ana María Aristimuño y que era intensamente buscado, incluso que ameritó un rastrillaje con decenas de efectivos policiales y otro con un especialista con un buscador de metales: La tablet de Anita.
La tablet fue encontrada el sábado en horas de la tarde por un grupo de jóvenes en un pasaje sobre las calles Sarmiento y Wisocky. Allí estaba tirada descuidadamente. Al sospechar que podría tratarse del elemento que la Justicia buscaba por el femicidio de Aristimuño, decidieron ponerse en contacto directamente con la fiscal Karina Talarico que investiga el caso, para así, sin intermediarios, entregarla.
Justamente el sábado la fiscal Talarico recibió la tablet que efectivamente era la de Anita que era buscada desde el mismo día del femicidio.
Con ese elemento en su poder, la fiscal dispuso que sea entregada cuidadosamente a los peritos de la Policía Científica, que a partir de ahora la abrirán para poder analizar la información con el objetivo de robustecer la pista que derivó en la detención formal de Mario Luis Pereyra, de quien se encontró ADN en los instrumentos que se usaron para acometer el crimen.
Los resultados del estudio de la tablet de Anita se incorporarán al expediente en los próximos días, a partir del trabajo de Científica. En tanto que queda pendiente hallar el celular, la llave de la casa y la llave del auto de la víctima fatal.
Recordemos que Mario Luis Pereyra fue trasladado también días atrás de la Comisaría de Rivadavia a la Unidad Penal N° 20 de Las Tunas donde continuará el proceso judicial hasta llegar al juicio oral, tras las rejas.
Como se recordará el cotejo de pruebas de ADN solicitado por el Ministerio Público Fiscal en la investigación por el femicidio de la docente Anita Aristimuño reveló que había coincidencia entre el perfil genético de Mario Luis Pereyra, único imputado en el expediente, y los tres elementos que usó para amordazar y cometer el asesinato en la habitación de la casa de la víctima.
Las nuevas pruebas arrojaron un resultado contundente y prácticamente irrefutable a raíz de estudios científicos que compararon el ADN que le fuera extraído al propio Pereyra, a pedido de la fiscalía y por orden judicial con el material genético de los elementos hallados en la escena del crimen y cuidadosamente preservados por los investigadores que ingresaron en primera instancia a la casa de la víctima.