FALLECIÓ ISMAEL PÉREZ, EL “GARDEL” DE TRENQUE LAUQUEN

Tenía 83 años. Se llegó a convertir en un emblema de la música de Trenque Lauquen. Pudo haber trascendido a los grandes escenarios pero prefirió quedarse con el aplauso de su pueblo

La misma estampa gardeliana que se encargó de cultivar casi con devoción, peinado engominado hacia atrás con raya al medio y la sonrisa que parece calcada del bronce que inmortaliza el recuerdo del ídolo en la Chacarita.

Esa es la imagen que dejará por siempre en las retinas de los trenquelauquenses el querido e inolvidable Ismael Pérez, morocho y cantor, como el del Abasto, quien falleció hoy a los 83 años, en la tierra que lo vio consagrarse como un artista que sin dudas quedará en el podio de los más queridos y aclamados.

“Me gusta el acompañamiento con guitarra, porque con orquesta se canta más apurado”, solía confesar mientras se preparaba para desglosar su repertorio que incluía Confidencias, Tres Amigos, Rosas de Otoño, Garúa, o las que más le gustaban a él y el público le pedía: Por una Cabeza o Ancalo en París.

Las noches de lunas y estrellas lo vieron llegar desde muy chico a su casa silbando los tangos de Gardel, y así, de lustrabotas y lavacopas en la confitería “Las Familias” se convirtió en cantor, siendo un mimado de quienes concurrían a los clubes sociales, que hasta lo llamaban para que les cantara por teléfono.

Ensayo con Orlando Moro en guitarra

Después fue el ídolo de Epecuén durante largas temporadas, hasta que el balneario lo invadió el agua. Esa fue tal vez la época de mayor apogeo y de dura prueba para sus cuerdas vocales llegando a actuar todos los días por la tarde al aire libre en las veredas de las confiterías y por las noches en reuniones bailables.

También cantó en la inauguración del primer monumento argentino dedicado al asesinado presidente norteamericano John Kennedy, en Quemú Quemú.

En Buenos Aires, se lo presentaron al director Leopoldo Federico como el “Gardel pampeano”, cuya estampa se encargó de cultivar con devoción. Tuvo la oportunidad de probar suerte en los grandes escenarios cuando luego de una exitosa presentación en Radio Municipal, en la ciudad de Buenos Aires, le ofrecieron un contrato para actuar en la Costanera, pero no se animó y se volvió, cerrando para siempre la oportunidad de trascender más allá del reconocimiento que su pueblo y la región nunca le mezquinó.

En el reconocimiento en el HCD con Heraldo Orozco, Hernán Sotullo, Orlando Moro y Cachi Iglesias

En los últimos años, en Trenque Lauquen, el Concejo Deliberante lo distinguió como Personalidad Destacada del Distrito, un merecido homenaje que pudo disfrutar en vida, cosechando así el cariño que sembró en cada encuentro con su público, con su gente.

Ismael Pérez, morocho y cantor, como el del Abasto, nos dejó físicamente a los 83 años. Sus melodías, su voz arrabalera, su estampa, quedarán flotando por siempre en la ciudad, y su imagen y su impronta volverá siempre al presente en el silbido callejero de Por una Cabeza como un recuerdo imborrable de un artista que se dio por entero a su pasión…