EL PAPA FRANCISCO, UNA CARTA DE UN INTERNO DE LA U20 Y LA PELOTA DE “EL PASE” EN EL DIARIO CLARÍN

El matutino de tirada nacional contó la historia de la pelota de la fábrica de Trenque Lauquen integrada por internos de la Unidad Penal Nº 20 de Las Tunas

El papa Francisco recibió una pelota con los colores de San Lorenzo, club del que es hincha, que fue diseñada y producida por presos de la Unidad 20 de la cárcel de Trenque Lauquen que trabajan en la fábrica “El Pase”.

La pelota llegó a manos del sumo pontífice a través de Marcin Schmidt, miembro de la Orden de Malta y presidente de Cáritas de Polonia, quien visitó el lugar en agosto pasado y la recibió de manos del párroco de la diócesis vecina de 9 de Julio, Guillermo Gómez.

Ni bien Schmidt se enteró de la existencia del emprendimiento, quiso conocer las instalaciones de “El Pase”, coordinada por Martín Herrero, miembro de la Pastoral Carcelaria. Tras un largo viaje, finalmente el balón llegó a destino y el Papa agradeció el gesto.

El religioso polaco se encargó de llevarle a Francisco una pelota y una carta escrita por uno de los internos donde agradecían el espacio que Cáritas les brinda “para poder trabajar y ser mejores personas cada día” y le contaban cómo funciona “El Pase” y lo que significa para ellos contar con ese lugar.

Juan Ballester, uno de los internos que participó en la confección, escribió en la carta dirigida al Papa: “El trabajo y la participación en el equipo de rugby de la Unidad 20 ‘Los Bravos de Pincén’ me abrieron una puerta para estudiar el profesorado en Educación Especial con Orientación a Discapacidad Intelectual”. Y agregó: “En la fábrica de pelotas nos ayudan cada día a dejar atrás las malas costumbres, a ser más eficientes y a prepararnos para el egreso final de la pena”.

Este tipo de iniciativas son impulsadas desde el Ministerio de Justicia de la provincia de Buenos Aires. Su titular, Gustavo Ferrari, destacó que “preparar a los internos con oficios para que cuando salgan tengan oportunidades de trabajo es uno de nuestros ejes y esta experiencia de producción de pelotas es una muestra de que éste es el camino”.

Actualmente, “El Pase” se encuentra a punto de convertirse oficialmente en una cooperativa con personería jurídica, con una comisión compuesta por ocho personas. En la fábrica trabajan cuatro internos, y Jonathan, un ex privado de libertad que tiene a cargo a diez jóvenes en situación de vulnerabilidad.

“Con la pelota en manos del Papa los internos ganaron confianza y pudieron ver que la sociedad reconoce el trabajo de aquellos que se equivocaron y que hoy están dispuestos a ir por un futuro distinto”, destacaron autoridades de la unidad penitenciaria.

Herrero, miembro de la Pastoral Carcelaria, propuso que esta iniciativa se replique, “que en cada Unidad exista ‘El Pase’, no solo con una pelota de fútbol, sino con cualquier producto que sea rentable para hacer autosustentable un proyecto”.

Además, explicó que “el objetivo es que quienes salgan en libertad tengan un propósito de vida”, y aseguró: “Creemos que hay muchos que quieren hacer las cosas bien y necesitan de un acompañamiento que genere, a su vez, una oportunidad”.

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