GUAMINÍ: EL MUNICIPIO SE VIO FORZADO A REANUDAR LA OBRA DEL MUSEO DE LA CANTANTE NELLY OMAR

Se intentó conseguir una sala en la Sociedad Española pero fue rechazado ya que la entidad había cedido el predio para la construcción del edificio del Museo. Ahora la obra avanza de a poco

Por Hernán Sotullo – Periodista y escritor

La enorme repercusión de la nota donde se difundía el parate de la obra del museo a la cantante Nelly Omar en la ciudad de Guaminí se expandió como un rosario de perdigones, ya que fue reproducida exponencialmente en otros sitios de papel y digitales y radios de la región y la provincia, además de otras que generó el diario platense “El Día”, el pampeano “La Arena”, y la revista marplatense “Proyecto Tango”.

Las secuelas obraron para atizar las raquíticas brasas de la paralizada obra sumida en el paso cansino y hasta desaprensivo del gobierno municipal de Guaminí, una obra que hace años debió estar concluida. Su financiación lo aseguraba si no hubiera sido disparada hacia otros destinos.

En una incompleta repercusión periodística, sumo el texto de mi autoría que en la sección “Cartas al País”, el diario “Clarín”  difundió el pasado 22 de marzo donde culmino expresando respecto de la artista “…hasta resulta humillante esta indiferencia y olvido a su trayectoria y recuerdo, más aún si proviene del lugar que la vio nacer, que debiera ser el más orgulloso en preservar su memoria”. Para no abundar en la vastedad de adhesiones, incluyo la de Otilia Da Veiga, presidenta de la Academia Porteña del Lunfardo, un significativo mail de Norman Vergiati, hija de Julián Centeya, un prócer del habla popular, y de Teresa Saporiti, sobrina nieta de Nelly Omar.

Los fondos del misterio

Por otro lado, el escribano Gustavo Carlos Görg, un prestigioso profesional del partido de Guaminí, designado en el testamento de la artista como albacea, es decir, el encargado de hacer cumplir su última voluntad, la que precisamente expresa su deseo de que se construya ese museo con su nombre para que allí se exhiban sus pertenencias donadas al municipio guaminense, y hasta que sus cenizas sean depositadas en el lugar, en nota del 21 de marzo dirigida al intendente José Nobre Ferreira, le requiere que dentro del plazo de 30 días le indique cuando va a continuar y terminar la obra.

En ella, le manifiesta su preocupación por la falta de avance de la misma, ya que “resulta público y notorio que hasta hoy el municipio no ha cumplido su parte”, y avizora que por esa omisión “resultaría que el pueblo de Guaminí perdería un acervo cultural histórico importantísimo” para seguidamente preguntar “que explicación se le daría a un pueblo que cada día que pasa se interroga el por qué no avanza la construcción y que fue de los fondos afectados”. Buena pregunta también para el Tribunal de Cuentas bonaerense.

Sobre estos últimos, más adelante Görg refiere que “del destino del subsidio de $ 1.350.000 de noviembre de 2013 poco sabemos” y abunda “tampoco de los $ 2.100.000 que anoticia el cartel con el logo “Buenos Aires Provincia” colocado en la pared a medio construir” del futuro museo, del que asegura le consta estar en el mismo “desde el 16 de agosto de 2016, y que indica un plazo de obra de 180 días y como contratista a la administración municipal”.

En el tramo final de la prudente nota el escribano Görg,que prefirió la vía más afable, y no la menos complaciente de la carta documento o directamente la intimación judicial, luego de resaltar en un párrafo anterior las varias gestiones infructuosas realizadas ante las autoridades comunales remarca los items más inquietantes “subsidios anunciados, falta de información del destino de los mismos, plazos de obra vencidos, obras paralizadas, es para estar más que preocupados”.

El despertar de la siesta

Ahora, tras estos llamados a despertar de la larga siesta, que produjo la incomprensible ira del abogado itinerante conchabado allí, la obra ha sido recomenzada, aún a pesar de la comuna que intentó un atajo cuando solicitó a la Asociación Española de Socorros Mutuos la cesión de una sala de su Centro Cultural con el propósito de que algunos de los objetos donados por Nelly Omar pudieran ser expuestos allí. Es de advertir que ya la entidad que nuclea a la tradición hispánica les trasfirió el lote donde se va a edificar el museo, no sin antes demoler una vieja confitería.

El fuerte portazo de los españoles denegando la solicitud  no se hizo esperar al recordarles que “ya hemos hecho nuestra parte con creces” para reprocharle al municipio que la entidad al cederles ese terreno “perdió las posibilidades de tener una renta del edificio o utilizarlo con fines culturales”.

Recrimina al ex intendente Néstor Álvarez por haberse comprometido “a continuar esta obra en varias oportunidades dando plazos que finalmente no se cumplieron” para aconsejar paternalmente que “nos parecería adecuado que se termine el espacio que se ha comenzado a construir “.

En la respuesta al escribano Görg, el intendente Nobre Ferreira promete “aunque sea parcialmente” habilitar el museo en diciembre de este año, y pretende atribuirle al albacea un inexistente objetivo político, que sólo merece un comentario: cuando la ideología se transforma en dogma, se la pervierte porque omite la más elemental autocrítica, que es la que le falta con humildad al mandatario comunal o a su amanuense. Condenados a esa simplificación utilizan el tristísimo e inverosímil justificativo de proyectar culpas propias sobre el prójimo.

El mismo abogado trenquelauquense Julio César Collado, adscripto a la asesoría letrada de la Municipalidad de Guaminí me adelanta en un mail del 30 de enero de 2017 que “intentarán inaugurarlo el próximo 30 de marzo, aniversario de fundación del pueblo”. Estamos hablando de casi dos años y medio atrás. El archivo no suele ser amistoso con dichos del pasado. Es que siempre devuelve a la memoria aquello que algunos prefieren olvidar.

Que vaya en serio

Es cierto que el que se ahoga no repara ni le importa en lo que se agarra, pero para curarse hay que partir de la aceptación de su propia enfermedad. Está claramente demostrado que hay un evidente incumplimiento de las autoridades municipales guaminenses, y eso es lo primero que deben reconocer, cosa que en general a la clase política le cuesta.

Cada uno debe hacerse cargo de sus errores y pecados, porque como sentenciaba Platón si pudiéramos obrar sin consecuencias todos seríamos injustos. Nadie está exigiendo un Museo Del Prado o Del Louvre, pero tampoco que se demoren  “sine die” como ocurrió con la Biblioteca Nacional, tres décadas de espera. No se trata de levantar una estructura fastuosa. El propio ganador del proyecto la planteó austera. Aquí importa el valor histórico sentimental del contenido, y además, cumplir con una consigna, que para todo peronista, como quienes gobiernan Guaminí y sus asesores, debería ser sagrada por haberles sido legada por el fundador del movimiento, el general Perón: “Mejor que decir es hacer y mejor que prometer es realizar”

Bienvenido que se hayan reanudado los trabajos; que no sea sólo una puesta en escena, y que diciembre no configure otra promesa vacía. A más de cinco años de su muerte, desde el más allá, Nelly Omar, espera no ser nuevamente víctima de la reiterada naturalidad política de anuncios al voleo y dilaciones, y que su sueño pretérito esta vez vaya en serio, para que el tesoro que legó deje de permanecer injustamente en la oscuridad de una habitación, y sobreviva a su muerte y al olvido.

 

PUBLICADO EN EL DIARIO LA OPINIÓN